Volverse hombre de conocimiento (Carlos Castaneda)



"Volverse hombre de conocimiento era cosa temporal...no tiene permanencia. Uno no es nunca en realidad un hombre de conocimiento. Más bien, uno se hace hombre de conocimiento por un instante muy corto, después de vencer a los cuatro enemigos naturales".

"Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo.

- ¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?
- Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre de conocimiento...
- ¿Y qué debe hacer para superar el miedo?
- La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla!...
- ¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?
- No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre por el resto de su vida, porque a cambio del miedo a adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo".

Segundo enemigo: La Claridad. "Dispersa el miedo, pero también ciega.
Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí...porque todo lo ve con claridad...se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse...puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiará nada.

...Debe desafiar su claridad y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegará a una posición donde nada puede ya dañarlo. Éste no será un error ni tampoco una ilusión. No será solamente un punto delante de sus ojos. Ése será el verdadero poder.

Ve claro y parejo todo cuanto hay alrededor. Pero también va tropezando con su tercer enemigo ¡el poder!".

"El poder es el más fuerte de todos los enemigos. Empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder.

Un hombre vencido por el poder mueve sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo una carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de si mismo, ni puede decir cómo ni cuándo usar su poder.

Un hombre está vencido sólo cuando ya no hace la lucha y se abandona.

Tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado no es nunca suyo en verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento y fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver, que sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuándo usar su poder"

"Último enemigo ¡la vejez! no se le puede vencer por completo, solamente podrá ahuyentar por un instante...ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento.

Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento, aunque sea tan sólo por esos momentos en que logra ahuyentar el último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes".



"Muchas cosas podían volver loco al hombre, sobre todo si no tenía la decisión, el propósito necesario para aprender, pero cuando un hombre poseía una intención clara y recia, los sentimientos no resultaban en modo alguno un obstáculo, pues era capaz de controlarlos".

Carlos Castaneda

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