El Arte de Acechar (Carlos Castaneda)

1. Un guerrero jamás entra en batalla sin conocer antes el entorno. Los guerreros eligen su campo de batalla. Un guerrero sólo entra en batalla cuando sabe todo lo que puede acerca del campo de lucha.

2. Eliminar todo lo innecesario...no complica las cosas. Busca la sencillez.

3. En cada batalla se juega la vida. Un guerrero debe estar dispuesto y preparado para entrar en su última batalla, al momento y en cualquier lugar. Aplica toda la concentración que tienes para decidir si entras o no en la batalla, porque cada batalla es de vida o muerte.

4. Se relaja y se suelta, no teme a nada. Sólo entonces los poderes que guían a los seres humanos abren el camino al guerrero y le auxilian. Descansa, olvídate de ti mismo, no tengas miedo a nada. 

5. Cuando se encuentran con una fuerza superior con la que no pueden lidiar, los guerreros se retiran por un momento...se ocupan de otras cosas.

6. Los guerreros comprimen el tiempo. No desperdician ni un instante. Todo cuenta, aunque sea un segundo. En una batalla por tu vida, un segundo es una eternidad que puede decidir la victoria.

7. Un asechador no se coloca nunca al frente. Está siempre observando desde detrás de la escena. Jamás deja ver su juego, jamás se pone al frente de nada.

Para aplicar el séptimo principio del arte de acechar, hay que aplicar los otros seis...los siete principios aplicados meticulosamente le permitirán observar todo sin ser el punto de encaje.

Tres resultados al aplicar los principios:

1. Aprender a reírse de sí mismos. A nunca tomarse en serio. Puesto que no tienen miedo de hacer el papel de tontos, puede hacer tonto a cualquiera.

2. Aprender a tener una paciencia inagotable. Nunca tienen prisa, nunca se irritan.

3. Aprender a tener una inagotable capacidad de improvisación.

"Somos guerreros, y los guerreros tienen una sola meta en la mente: ser libres. Morir y ser devorado por el Águila es el destino del hombre".

"La mujer nagual: tenía gracia, control; era un ser en guerra y, sin embargo, completamente en paz".

"El guerrero debe de luchar por enfrentar cualquier situación concebible, lo esperado y lo inesperado, con igual eficiencia".

"Mi desafío consistía en quedarme atrás. El de ellos era irrumpir en lo desconocido. Ambos desafíos eran agobiantes. Para los guerreros, la excitación de quedarse es igual a la excitación del viaje. Ambos son los mismos, porque los dos entrañan el cumplimiento de un cargo segundo".

"Un encantamiento para las horas en que mi tarea fuese mayor que mi fuerza: Ya me di al poder que a mi destino rige. No me agarro ya de nada, para así no tener nada que defender. No tengo pensamientos, para así poder ver. No temo ya a nada, para así poder acordarme de mi. Sereno y desprendido, me dejará el águila pasar a la libertad"

Carlos Castaneda